martes, 27 de diciembre de 2011

Los 10 derechos del lector según Daniel Pennac

Daniel Pennac, escritor francés, en su obra Comme un roman nos anima a la lectura y nos presenta estos 10 "derechos" del lector/a.


Les 10 droits du lecteur par Daniel Pennac

1.Le droit de ne pas lire.
2.Le droit de sauter des pages.
3.Le droit de ne pas finir un livre.
4.Le droit de relire.
5.Le droit de lire n’importe quoi.
6. Le droit au bovarysme.
7. Le droit de lire n’importe où.
8. Le droit de grappiller.
9. Le droit de lire à voix haute.
10.Le droit de nous taire.

Ces 10 droits se résument en un seul devoir : Ne vous moquez jamais de ceux qui ne lisent pas, si vous voulez qu’ils lisent un jour.


Los 10 derechos del lector/lectora
(Traducción de la obra de D. Pennac)

1. Derecho a no leer.
2. Derecho a saltarse páginas.
3. Derecho a no terminar un libro.
4. Derecho a releer
5. Derecho a leer cualquier cosa.
6. Derecho a identificarse con lo que se lee.
7. Derecho a leer en cualquier parte.
8. Derecho a picotear.
9. Derecho a leer en voz alta.
10. Derecho a leer en silencio.

Estos 10 derechos se resumen en un solo deber: No burlarse jamás de aquellos que no leen si queremos que lo hagan en el futuro.

























































































































































miércoles, 14 de diciembre de 2011

¡Anímate a leer esta novela!

La profesora de Sociales, Paqui Rodríguez, ha realizado un comentario histórico-literario muy interesante de la novela "El Capitán Alatriste", de Arturo Pérez Reverte. Os animo a que lo leáis y disfrutéis de la obra durante las vacaciones que se aproximan.

                                         
                                                    
“La pasión por la Historia Moderna de España y sus equívocos.-  Por más que sea convencida pacifista, mi pasión por la Historia Moderna de España, especialmente por los siglos que abarca el reinado de los Austrias, me lleva a entusiasmarme ante la gloria recogida a manos llenas por los ejércitos españoles de la época. Y eso lo recrea maravillosamente (y a mi juicio también con un tanto de irresponsabilidad y falta de realismo si nos remitimos a la mentalidad actual de rechazo de la violencia) Pérez Reverte con su Alatriste: ¡qué belleza encierra el relato de las campañas de Flandes, el triunfo de los tercios! O sus derrotas, igualmente dignas, esforzadas y valientes. ¡Qué maravilloso nuestro Siglo de Oro lleno de contrastes (gloria-dolor, triunfo-derrota, oro-miseria, belleza-sangre...)! Y no es que Pérez Reverte sea santo de mi devoción, que he castigado alguno de sus libros con la fría hoguera del contenedor de papeles (mi heterodoxia no llega más allá, mi miedo a los incendios fortuitos me lo impide). Pero realmente la primera entrega de Alatriste es digna de ser leída: con un estilo ágil, jocoso, esmerado y lleno de vida nos pasea por la España del jovencísimo Felipe IV; nos presenta a sus colaboradores, a sus literatos y artistas; nos conduce por las calles del Madrid de la época, por sus iglesias, palacios y tabernas, de la manera más natural y divertida. Notable es la inclusión del pretendido matrimonio entre el príncipe de Gales, futuro Carlos I, y una infanta de España, increíble pero histórico. Resulta una delicia seguir a ese guapo y bizarro Carlos de Inglaterra por la austera corte madrileña y sus divertidos corrales de comedias. O contemplar las hazañas de Alatriste: soldado valiente en tiempos de guerra; truhán a sueldo, mercenario espadachín en las paradas forzosas.
Lo que Pérez Reverte no cuenta es que la guerra no es nunca apasionante; que la pintará mejor Goya que Velázquez (horror, destrucción y dolor contra gloria, belleza y honor); que el bizarro Carlos, ya convertido en rey de Inglaterra, sería con el tiempo decapitado por sus súbditos como consecuencia de su obcecación y mal gobierno y ALGO POSITIVO: que la infanta María corrió mejor suerte con el matrimonio que le depararon la diplomacia de su hermano y el destino.