domingo, 5 de mayo de 2013

"LOSADA IN ITALICA":


 Un día en el antiguo Imperio romano

    El pasado día 11 de abril los alumnos de 4º del IES Manuel Losada Villasante emprendimos camino, no en carreta sino en autobús, hacia el antiguo poblado romano de Itálica.

    Llegamos a Santiponce hacia las nueve de la mañana, cuando aún había niños entrando en un colegio cercano a nuestra primera parada, el Monasterio de San Isidoro del Campo. Durante al menos una hora y cuarto pudimos vivir el presente allí donde los monjes cistercienses vivieron en el pasado.
Lo primero fue dividirnos en dos grupos para agilizar la visita. Después los guías nos mostraron muy amablemente las distintas partes del Monasterio, así como sus obras de arte más importantes, como el impresionante retablo dedicado a San Jerónimo, obra del escultor Martínez Montañés. También nos explicaron las anécdotas más significativas sobre la historia del Monasterio. La más sorprendente y conmovedora fue la de la criada de la esposa de Pérez de Guzmán (los nobles allí enterrados), que se arrojó a la hoguera donde quemaban a su señora para proteger su pudor y evitar que la vieran desnuda.


    Una vez finalizada esta visita, realizamos un breve trayecto a pie para llegar a las impresionantes ruinas de Itálica.
 Los alumnos de Latín tuvimos que meternos en el papel de guías turísticos para explicar a los demás las distintas partes de esta visita.
Con ojos abiertos como platos contemplamos las ruinas, intentando reconstruir en nuestras mentes cómo habría sido aquella magnífica ciudad: las casas con estatuas, mosaicos y altares, las calles porticadas, las termas… y lo más fascinante para la mayoría: el anfiteatro.



                                



   Después tuvimos tiempo libre para almorzar y también aprovechamos para hacer amistades con otros alumnos de distintos lugares de la provincia. Lo bueno de estas excursiones es que suponen una experiencia formativa y lúdica a la vez: es bueno aprender, pero es aún mejor si conoces gente de otros sitios, como ocurrió en esta ocasión.

   Sobre las cuatro de la tarde volvimos a reunirnos para realizar la gincana que la profesora Lola nos había preparado: se trataba de buscar calles y monumentos de la localidad y de contestar preguntas relacionadas con la visita.

   Por último, acudimos al teatro romano para asistir a la representación de la comedia de Plauto Anfitrión. El teatro estaba lleno, había alumnos llegados desde distintos rincones de Andalucía. Una charanga de músicos disfrazados de romanos amenizaba el rato mientras nos acomodábamos sobre las duras piedras del graderío. Reinaba un ambiente realmente bueno. Uno de los organizadores de este Festival de Teatro clásico fue nombrando todos los centros que allí estábamos mientras íbamos saludando efusivamente.
     Anfitrión fue la única obra en la que Plauto introdujo personajes mitológicos, por eso la llamó tragicomedia. Trata del nacimiento de Hércules: Júpiter, enamorado de Alcmena, aprovecha la ausencia de su esposo, Anfitrión, para tomar el aspecto de éste y gozar con ella durante una larga noche. Cuando Anfitrión vuelve de la guerra, cree que su mujer ha cometido adulterio. Alcmena tuvo dos hijos: uno de Anfitrión y otro de Júpiter (Hércules). Finalmente, Júpiter revela el engaño aclarando todos los equívocos.
     Pudimos entender muy bien la obra gracias a que la habíamos leído previamente en clase; además, los actores (del grupo “In Albis” de Morón de la Fra.) eran muy simpáticos y nos ofrecieron una representación llena de chistes, música, bailes y muchos comentarios graciosos, de manera que nos resultó muy entretenida y divertida. Risas, aplausos y vítores se oyeron desde todos los puntos de la cávea.


    A las siete de la tarde regresamos al autobús para emprender el camino de vuelta; algunos agotados, otros tostaditos por el sol… pero todos satisfechos por haber vivido una buena experiencia, interesante y amena, que esperaríamos volver a repetir. En la cabeza de todos nosotros, un día para recordar, una prueba más de que no solo se aprende en los libros.


Autores del texto: Antonio Rivas, David Aguilar, Ana Burgos, Cristina Gómez, Ana Gómez, Almudena Llamas, Dara Ruiz e Inmaculada Sosa.

Manolo Martínez en el Losada


      Con motivo de la celebración del Día del Libro, los alumnos de 4º A pudieron disfrutar de un regalo muy especial: la visita de Manolo Martínez  (autor del libro El ropero de las mujeres y colaborador habitual del Periódico de Carmona).

         A las ocho de la mañana del pasado 24 de abril nos disponíamos a escuchar lo que este escritor (aunque a él no le gusta que lo califique así) tenía que contarnos acerca del proceso creativo, y seguro que algún alumno de 4º estaría diciendo para sí “menudo rollazo nos espera”, pero Manolo nos sorprendió empezando su charla-coloquio de una manera nada habitual: haciendo Tai-chi.
Nos quedamos todos boquiabiertos. “¿Qué hace este tío?” “¿Qué se habrá fumao tan temprano?”, estarían pensando algunos…
Manolo nos explicó que el Tai-chi es una técnica físico-espiritual muy antigua que exige mucha concentración. Para él es una buena manera de emplear su tiempo libre, al igual que la escritura:

“¿Por qué, casi siempre, pensamos que todo el que hace cosas diferentes a las habituales (escribir, pintar, bailar, meditar, practicar Tai chi…etc, etc, está colgao, o  es un bicho raro?
  ¿No seremos nosotros los raros que tan sólo conocemos dos o tres recursos para divertirnos: botellonas,  videojuegos y los últimos youtubes? Si nos quitan esas tres cosas, no sabemos qué hacer, y eso es ser muy pobres.”

   
       Después de esta original introducción, Manolo nos habló del proceso creativo, haciendo alusiones a diferentes creadores: poetas (como García Montero), pintores (como Van Gogh o Picasso), músicos (como Beethoven, o el mismo Melendi, por qué no), e incluso científicos (como Newton) o artistas del balón (como Messi o Ronaldo), aunque hayan sido dotados de un talento natural y estén tocados por las musas, necesitan trabajo y perseverancia para obtener sus creaciones y logros.

     ¿Y por qué escribe Manolo Martínez?   Para él, igual que para nuestro admirado José Luis Sampedro, recientemente fallecido, “la escritura es necesaria”, “escribir es vivir”. Partiendo de esta idea, empezó a desgranarnos razones por las que la escritura se ha convertido no sólo en un “hobby” sino en una práctica imprescindible en su vida:


“SOBRE TODO, ESCRIBO PORQUE ME DIVIERTO HACIÉNDOLO, PORQUE APRENDO MUCHAS COSAS CUANDO LEO PARA DOCUMENTARME”

“ESCRIBO PARA RELATIVIZAR, Y ASÍ SOLUCIONO O DISMINUYO MIEDOS, o INSEGURIDADES, QUE TODOS SUFRIMOS EN ALGUNA ETAPA DE NUESTRAS VIDAS” 

“ESCRIBO PARA CONOCER GENTE”

“ESCRIBO  PORQUE LEO”


      Manolo nos fue explicando cada uno de estos motivos: contó unas pocas de esas sabrosas curiosidades que lee y que le inspiran; nos desveló también miedos de su infancia, espantados gracias a la escritura, y anécdotas familiares; historias todas muy amenas que no dejaron que nos aburriéramos ni un solo segundo de aquella hora tan provechosa. Una hora salpicada también de buenos consejos, como el de canalizar la agresividad y los complejos a través de la práctica de algo que nos guste, o como el de entender la formación y el estudio como un reto y un privilegio que nos ayudará a desenvolvernos mejor en el mundo.

       En fin, más que una clase de Literatura, lo que Manolo Martínez nos regaló fue una serie de lecciones para la vida, utilizando experiencias personales y subjetivando la realidad, contando todo ello de una manera directa, sencilla y llena de buen humor.
No me resisto a dejaros aquí las conclusiones con las que Manolo terminó su encuentro con los afortunados alumnos de 4º A, a los que además ofreció la posibilidad de escribir, sobre cualquier tema, un artículo, para cuya publicación cederá su espacio en el Periódico de Carmona. También hizo un obsequio para nuestra Biblioteca: su libro El ropero de las mujeres, que incluye cuentos y artículos que os encantarán.
Muchas gracias, Manolo.



 CONCLUSIONES

1-  Escribir no es de colgaos, es una forma, como otra cualquiera de expresarse.

2-  Hay una frase, que me ha servido de guía desde que hace un año muriera mi padre, y dice así:
  “Dentro de veinte años, lamentarás más las cosas que no   hiciste, que las que sí hiciste. Explora, descubre y sueña”

3-  Por todo esto, pruébalo. Simplemente, escribe cuando quieras y lo que quieras, sin reglas, sin pretender que quede bonito, sólo expresa tus emociones, sentimientos, parecer, sobre cualquier tema. Luego guárdalo en un cajón, y cuando hayan pasado unos días, sácalo y léelo, te sorprenderá lo que verás. Leerás cosas  que no creas haberlo escrito tú, verás errores y aciertos, corrígelo, sólo si así lo quieres, y vuelve a guardarlo, y luego vuelve a leerlo pasado  unos días. Vas a comprobar como las mismas palabras que escribiste, tienen significados diferentes cada vez que las sacas del cajón. Sólo significa que la escritura es algo vivo, que debes cuidar, alimentar y cultivar. Empieza hoy, te asombrarás de los resultados.

4- En definitiva, ESCRIBIR ES INVENTARSE OTRAS VIDAS, INCLUYENDO LA TUYA, ¿hay algo más emocionante?

                     EL VIAJE A LA LIBERTAD

  Así es como llama a la escritura, y a la lectura, el recientemente  fallecido, José Luis Sampedro, y así lo siento yo. Sé de sobra que muchas de las columnas que tengo ya publicadas son consideradas por algunos, y a menudo, hasta por mí, tonterías, sin más. Pero no me importa, me lo paso bien, y de eso se trata, de aprender, y de ser felices, cada uno a su manera. Eso es el bien más grande que tenemos:

LA LIBERTAD, QUE NADIE OS LA ROBE,

 Abrazadla bien fuerte.