Un día en el antiguo Imperio romano
El pasado día 11 de abril los alumnos de 4º
del IES Manuel Losada Villasante emprendimos camino, no en carreta sino en
autobús, hacia el antiguo poblado romano de Itálica.
Llegamos a Santiponce hacia las nueve de la
mañana, cuando aún había niños entrando en un colegio cercano a nuestra primera
parada, el Monasterio de San Isidoro del Campo. Durante al menos una hora y
cuarto pudimos vivir el presente allí donde los monjes cistercienses vivieron
en el pasado.
Lo primero fue dividirnos en
dos grupos para agilizar la visita. Después los guías nos mostraron muy amablemente
las distintas partes del Monasterio, así como sus obras de arte más
importantes, como el impresionante retablo dedicado a San Jerónimo, obra del
escultor Martínez Montañés. También nos explicaron las anécdotas más
significativas sobre la historia del Monasterio. La más sorprendente y
conmovedora fue la de la criada de la esposa de Pérez de Guzmán (los nobles
allí enterrados), que se arrojó a la hoguera donde quemaban a su señora para
proteger su pudor y evitar que la vieran desnuda.
Una
vez finalizada esta visita, realizamos un breve trayecto a pie para llegar a
las impresionantes ruinas de Itálica.
Los alumnos de Latín tuvimos que meternos en
el papel de guías turísticos para explicar a los demás las distintas partes de
esta visita.
Con ojos abiertos como platos
contemplamos las ruinas, intentando reconstruir en nuestras mentes cómo habría
sido aquella magnífica ciudad: las casas con estatuas, mosaicos y altares, las
calles porticadas, las termas… y lo más fascinante para la mayoría: el
anfiteatro.
Después tuvimos tiempo libre para almorzar y
también aprovechamos para hacer amistades con otros alumnos de distintos
lugares de la provincia. Lo bueno de estas excursiones es que suponen una
experiencia formativa y lúdica a la vez: es bueno aprender, pero es aún mejor
si conoces gente de otros sitios, como ocurrió en esta ocasión.
Sobre las cuatro de la tarde volvimos a
reunirnos para realizar la gincana que la profesora Lola nos había preparado:
se trataba de buscar calles y monumentos de la localidad y de contestar
preguntas relacionadas con la visita.
Por último, acudimos al
teatro romano para asistir a la representación de la comedia de Plauto Anfitrión. El teatro estaba lleno, había
alumnos llegados desde distintos rincones de Andalucía. Una charanga de músicos
disfrazados de romanos amenizaba el rato mientras nos acomodábamos sobre las
duras piedras del graderío. Reinaba un ambiente realmente bueno. Uno de los
organizadores de este Festival de Teatro clásico fue nombrando todos los
centros que allí estábamos mientras íbamos saludando efusivamente.
Anfitrión fue la única obra en la que Plauto introdujo personajes
mitológicos, por eso la llamó tragicomedia. Trata del nacimiento de Hércules:
Júpiter, enamorado de Alcmena, aprovecha la ausencia de su esposo, Anfitrión, para
tomar el aspecto de éste y gozar con ella durante una larga noche. Cuando
Anfitrión vuelve de la guerra, cree que su mujer ha cometido adulterio. Alcmena
tuvo dos hijos: uno de Anfitrión y otro de Júpiter (Hércules). Finalmente, Júpiter
revela el engaño aclarando todos los equívocos.
Pudimos entender muy bien la obra gracias
a que la habíamos leído previamente en clase; además, los actores (del grupo
“In Albis” de Morón de la Fra.) eran muy simpáticos y nos ofrecieron una
representación llena de chistes, música, bailes y muchos comentarios graciosos,
de manera que nos resultó muy entretenida y divertida. Risas, aplausos y
vítores se oyeron desde todos los puntos de la cávea.
A las siete de la tarde regresamos al
autobús para emprender el camino de vuelta; algunos agotados, otros tostaditos
por el sol… pero todos satisfechos por haber vivido una buena experiencia,
interesante y amena, que esperaríamos volver a repetir. En la cabeza de todos
nosotros, un día para recordar, una prueba más de que no solo se aprende en los
libros.
Autores del texto: Antonio Rivas, David Aguilar, Ana Burgos, Cristina Gómez, Ana Gómez, Almudena Llamas, Dara Ruiz e Inmaculada Sosa.