El fútbol femenino es el más prominente deporte de equipo entre las mujeres en muchos países, siendo una de las pocas disciplinas deportivas con ligas profesionales en este ámbito.
La mujer ha sido importante en el desarrollo y evolución del fútbol hasta nuestros días. Era usual que las mujeres jugaran juegos de pelota, especialmente en Francia y Escocia. En 1863, se definieron normas para evitar la violencia en el juego con tal de que fuera socialmente aceptable para las mujeres. En 1892, en la ciudad de Glasgow, Escocia, se registró el primer partido de fútbol entre mujeres.
Honeyball, convencida de su causa. declaró que con esto quería demostrar que la mujer podía lograr emanciparse y tener un lugar importante en la sociedad. Treinta millones de mujeres en el mundo demuestran que el fútbol también es su juego. La selección española obtuvo el tercer puesto en el europeo de 1997.
El fútbol femenino ha alcanzado ya la cifra de 40 millones de practicantes, y ha superado al fútbol juvenil masculino. Este enorme crecimiento en todo el ámbito mundial ha provocado que la FIFA se vuelque con su fomento e impulso, a través de las distintas asociaciones nacionales.
Las mujeres nórdicas reclamaron la atención para la rama femenina de fútbol y el entonces presidente de la FIFA, el brasileño Joao Havelange, accedió a la realización de un torneo experimental que tuvo lugar en 1990, en China.
En el año 1970 se organizó el primer mundial de fútbol femenino en Italia, acudiendo selecciones representantes de varios países por invitación. Este primer mundial fue extra-oficial y no aparece ni siquiera en la historia del fútbol femenino. Sin embargo ese mundial y el que le siguió en 1971 despertó la atención de un gran número de aficionados. El mundial de 1970 fue ganado por Dinamarca, el segundo mundial se celebró en México en 1971.
El encuentro se llevó a cabo en México ante un récord de asistencia para un encuentro de fútbol femenino, que hasta la fecha no se ha superado en ese país. A pesar del gran éxito y la gran expectación creada por estos primeros mundiales femeninos, la desorganización hizo que se perdiera la continuidad y no fue hasta dos décadas después, con el respaldo de la FIFA, cuando se organizó el primer campeonato mundial de fútbol femenino con reconocimiento oficial.
Belén Blanco. 4º de Diversificación.
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