Una noche hermosa
Dormía con mi esposa
Cuando de repente
Escuché una cosa
Espantosa.
Me levanté de la cama sigilosamente
Y, apresuradamente, me volví a meter;
Tras media hora asustado
Me di cuenta
De que algo malo había pasado:
Escuché un disparo
Y me quedé trastornado
“¡No! El asesino anda suelto
Volvió a originar un muerto”
Sigilosamente me asomé a la ventana y allí estaba:
Su rostro, cubierto de maldad,
Sus manos, de sangre,
Su corazón, hambriento
Y, tras el silencio,
Parecía oírse hasta su pensamiento.
De pronto salió huyendo,
Y a lo lejos divisé un cuerpo
Bajé corriendo, a ayudarle
Y a la altura de aquel huerto
Me di cuenta de que era…¡ mi padre!
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